jueves, 5 de noviembre de 2009

Los que me marcaron I

Hasta los trece años nunca había leído poesía, o más bien, literatura, apenas, en castellano. No fue hasta que en 4º de la ESO MºJesús Astondoa, esa gran profesora, nos empezó a incitar a la lectura de los clásicos castellanos por medio de sus maravillosas explicaciones y gracias a esa Justificar a ambos ladosvirtud que tenía de implicarnos a todos en la narración o el poema que estabamos trabajando.

Lo primero que creo haber leído es el Cantar del mío Cid. Y me encontó. Todavía recuerdo como empieza la mjura de Sta.Gadea (la iglesia de Sta.Gada todavía existe en Burgos): Matente por las aradas, non por villas ni poblados y sáquente el corazón por el siniestro costado, si non dixeres la verdad de lo que te es preguntado... y yo me imaginaba cual cid, haciendo jurar a todos aquellos cabrones que me jodian la vida, que no volverían a mirarme más so pena de caer bajo la hira de mi espada. Ja.

Pero luego llegó Jorge Manrique y sucumbí, sin remedio a sus coplas. Me parece una de las obras maestras de la literatura nuestra lo que este palentino escribió a su padre. Impresionante. "recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando, como se pasa la vida como se viene la muerte tan callando..." Brillante. Todavía lo releo. Cada vez enuentro algo nuevo en esas coplas de pié quebrado.

Junto con Manrique llegó el marqués de Santillana. Sus sonetos fechos al itálico modo son un intento, ciertamente, fallido de introducir el endecasílabo en la lengua castellana. Pero Don Iñigo me regaló los poemas más populares, expontáneos y vivos que he leído nunca: Las serranillas. Y era muy bueno.

Así, por de pronto entró Garcilaso. Oh! bendito descubrimineto! y rompí a llorar a cada paso de mis ojos por sus versos. "escrito esta en mi alma vuestro gesto". En mi alma también había un gesto escrito y por hábito de alma misma lo tenía. Aquella gracia inscrita en mi alma era la misma que Garcilaso albergaba en la suya.

Y saltamos a fray Luís de León. La oda a salinas en liras es de lo más sublime que mis oídos hayan podido escuchar, su cantos a la vida reitarada... el aire el huerto orea...
De la ascética a la mística hay un salto. Y mira, San Juan de la Cruz. Mis 14 años entendieron aquel cántico espiritual como uno de los escritos de amor más hermosos que que jamás pudieron conocer. Mis 22 años piensan lo mismo. Y me lo aprendí entero. San Juan me transportaba a otro mundo, con nuevas imágenes, con singulares evocaciones...Un maestro.

Pasando de golpe unos años, en la historia de la literatura, topé con unsoneto que comenzaba: Suelta mi manso, mayoral extraño, pues otro tienes de tu igual decoro, suelta la prenda que en alma adoro, perdida por tu bien y por mi daño... Me pasaba lo mismo que a ese tío que habia escrito este soneto. Quién era aquel que tan bien se expresaba de mi parte? Lope de Vega. Lo admiro como a nadie. Desde entonces me devoré todo lo que encontraba sobre Lope. Me identifico muchísimo con él. De Lope a Calderón hubo un paso y la vida, efectivamente, acabó siendo un sueño.

El s,XVIII no excitó demasiado aunque leí mucho a Samaniego e Iriarte.



Pero llegó Becquer y mi fiebre adolescente explotó el termómetro de mi discreción. Gustavo Adolfo sabía lo que me pasaba y yo me dí cuenta. Y nos hicimos muy amigos. Sus rimas me las fui aprendiendo día a día, lágrima a lágrima, golpe a golpe, y como lo hice con machado, más tarde, también verso a verso.

S.XX. Unamuno, Machado, Juan ramón y León Felipe me taladraron el alma, pero su predesor, Rubén Darío me habló de una forma que nadie a sabido emular:

DICHOSO el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Y aparecieron más tarde Lorca y Alberti y después Dámaso Alonso y Blas de Otero...

Por capricho leí más y me seguí enamorando. LLegué a la universidad y me fuí cogiendo asignaturas de literatura. Y he conocido amigos poetas que me han orientado y profesores que me han enseñado.

No he nombrado a: Las jarchas, Juan de Mena, las cantigas de amigo, Cristobalñ de Castillejo, el Arcipreste de Hita, Boscán, Francisco de Aldana, Herrera, Sta.Teresa, Cervantes, Quevedo, Góngora, Villamediana, Tirso... Al Duque de Rivas, Espronceda, Carolina Coronado, Martínez de la Rosa, Augusto Ferrán, Rosalía, Rafael de León, Cernuda, Salinas, Guillén, Pemán, Panero, Antonio Gala...

Y tantos y tantos a quienes debo sufriento compartido y momentos extasis en la lectura. Gracias a todos.

5 comentarios:

  1. Ojala todos los profesores en cuarto de la eso fuesen excitados por la literatura, en fin.

    Sólo te he visto escribir poesía castellana. ¿Has leído alguna inglesa o británica...? Shakespeare, Lord Byron, Peter Makin, Alexander Pope...Son maravillosos y aunque se tengan que leer traducidos (o no) vale la pena.

    Si no te importa, me hago seguidora.

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  2. Ciertamente, aunque haya leído poesía extranjera, no la he acabado de asimilar. Además, no es algo que me guste mucho, ya que, odio tener que leer poesía traducida. Sobre todo conozoc la italiana por poder leerla en versión orginal. La inglesa y la francesa me han enseñado mucho pero siempre las he visto como la adecuación de la italiana y española a otra lengua. Hoy resulta diferente pero así fue durante unos siglos.

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  3. Si, opino igual que tú sobre la poesía traducida, ya te lo marqué en el primer comentario. Pero hay algunas que son merecedoras y muy buenas.
    Aunque bueno, es mejor que tampoco me tomes enserio, pues soy una fanática de Shakespeare y siempre defenderé su poesía y sus relatos. Aunque cierto es que traducido jamás es lo mismo.

    ¿A qué italianos has leído?

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  4. pues un poco de todo: Dante, Petrarca, Bembo, Tasso padre e hijo, Alberti, Miguel Angel, Ariosto... Carducci,Pascoli, Leopardi, Pavese, Quasimodo, Pasolini... y a diversos cantautores.

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  5. Me encanta Tasso; no sé que edad tendrás, pero enhorabuena por tanta variedad literaria =)

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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.