sábado, 28 de noviembre de 2009

desvariando

Sábado por la noche y no me apetece salir. Me encontraré con la gente de siempre y tendré que oír lo de siempre en el sitio de siempre, mientras la misma música suena inmisericordemente y los mismos pesados y los mismos gilipollas hacen lo que hacen siempre: el subnormal. Además, hoy hay marejada. Fiestas de quintos o algo x el estilo... mal rollo.
Por estas zonas del norte de Navarra es común la barbarie, sobre todo si uno está un pokillo bebido y encima la genética no está de su parte y las neuronas que le han tocado en suerte ya vienen jodidas de fábrica.

Estoy en mi habitación escuchando a Mikel Urdangarin y escribiendo esto con la sola luz de la pantalla y un pequeño flexo. Estoy solo en casa cuidando a mi padre. Mi hermano está currando y mi madre, por una vez, ha salido a cenar con sus amigas.

Un intenso aroma a café invade la habitación. Me encendería un cigarro pero eso en mi casa está prohibidísimo. Lástima. Es lo que me hace falta.

He pasado la tarde dándole al asunto este de estudiar. Oh... que coñazo. Pero bueno, es lo que toca y hay que seguir en la guerra. Hace un rato que he acabdo Pedro Páramo. Hay que leérselo, es muy necesario leer a Rulfo. Señores estamos en Comala.

Sabina, en esa preciosa canción que se llama "peces de ciudad" tiene una hermosa frase en la que dice " en Comala comprendí, que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver" que luego Ana Belén, al versionar la canción, cambió por " en Macondo compredí..." dos grandes pueblos. Tanto Macondo como Comala.

Hoy he leído la última carta que le mandé a Olaia. Que pena me he dado. mucha, mucha, mucha. No espero contestación. Han pasado ya... muchos meses. Estoy como decía Lorca " amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita".

Qué será de ella... no se nada desde hace mucho. Me comentaron algo así como que se había echado novio y estaban pa vivir juntos y tal... lo que sí sé es que se va a Chile. Muchas veces meto su nombre en Google para ver si sale algo y resulta que le han dado el Erasmus. A la católica de Chile se va. Ja, ja, a la católica. Con poco católica que es ella.

La verda es que he puesto a Urdangarin y me he acordado de ella. Solía ponerme a Urdangarin cuando estaba mal y yo corría tras ella para hacer de paño de lágrimas. Hoy... donde estás? te habras liado con algun borrokilla de estos que dicen ser euskaldunes, más que nadie y se apellidan fernandez y López y se llaman Arnaldo. Ya me conozco la historia.

Pues la verdad es que uno no puede hacer más que asumir la derrota. Aceptar que te han derrotado. La cuestión es que la derrota se hace ya muy familar y ya ni sientes dolor. Sientes lo mismo, todo el rato lo mismo.

Que malo es el otoño, joder.

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Para cuando borraste el comentario ya lo había visto. xq lo borraste...

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  3. No creí que fuese conveniente.

    -Suelo borrar las cosas cuando ya se han leído, cachis...-

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  4. nada, ada cada uo es lire de orrar lo que escribe, faltaria más. Pero me pareció bonito. abrazo.

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  5. Bueno, no pretendía borrarlo. Lo decía enserio, pero creí que no debí. De todas formas, te mandé un mail.

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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.