Eriales
-Impotencia-
La mayor frustración para el poeta
es no poder describir el horizonte
al atardecer,
con sus nubes bañadas en sangre
y oro, con todo su color,
con todo su dolor.
No poder describir las broncíneas
piedras de la muralla al mortecino sol.
La mayor impotencia para el poeta
es no poder describir la primavera,
la soledad de la carretera y los
almendros en flor.
La mayor impotencia para el poeta
es no poder plasmar el susurro
de las fuentes,
la caricia del agua a los puentes
ni el llanto de las campanas
en el aire
al despuntar el alba
o al caer la tarde.
El mayor fracaso para el poeta
es trabajar la palabra para expresar
lo que uno siente…
Y sentir que miente
y descubrir que la palabra
No es suficiente.
(Ingenuo intento del hombre
Por expresar lo inexpresable)
-Impotencia II-
Mi corazón es frágil como el cristal
mi cabeza es un hervidero
y mi pluma un erial.
-Cobardía…-
Cuantas veces te habré escrito
un sms
diciendo solamente “te quiero”.
Y pensarlo y repensarlo y decidirme
a mandártelo
mas…lo he vuelto a pensar de nuevo,
no vaya a precipitarme.
Y nuevamente he ido, decidido,
más valiente que nadie
y cuando he abierto la agenda
vuelvo a asustarme.
Y lo pienso y lo repienso.
Elijo entre los contactos tu nombre
y ya apunto de declararme,
me pregunta el móvil:
“¿desea suicidarse?”
Parpadeo:
“¿desea enviar el mensaje?”
Y derrotado
cierro el móvil
borrando el sms…
No vaya a ser que por una hazaña sin sentido
te pierda más de lo que ya te he perdido.
-Il portico d'Ottavia-
Te miro Roma mía con lágrimas
en los ojos todavía
porque viste tanto dolor en este
Pórtico de d’Ottavia.
Me invade una extraña melancolía,
el viento me trae voces
de otro tiempo,
de un pasado doloroso y sangriento,
voces de gente que paso por esta puerta
sin un destino cierto.
Te miro, Roma mía, te escucho,
me hablas del dolor de un pueblo
escucho… tantas oraciones al cielo…
Te miro y te admiro Roma mía
por haber sabido resistir al tiempo,
a dictadores y al viento…
Me postro ante el Pórtico d’Ottavia
en memoria de los que cruzaron esta puerta
y nunca volvieron a ver
Tu luz de primavera eterna.
-E------ -
(no os voy a poner el nombre de la chavala)
Fuiste la primera en tocarme el corazón.
Nada trágico, nada idílico.
Solo la emoción dolorosa de verte
paseando en los recreos
con chicos que no eran yo.
La ilusión de felicitarte en tu
cumpleaños para poder darte dos besos
y tener mi regalo,
tocarte al menos una vez al año.
Llevarnos un día en el calendario
era una fortuna para mí.
Ni me partiste el alma
ni me rompiste el corazón,
Pero todavía hoy, 10 años más tarde,
me tiembla la voz cuando te hablo
y tú te ríes como siempre.
-Revelación-
“Dios ha muerto” me dijo Nietzsche
una tarde en la muralla
mientras el viento pasaba las páginas.
Miré al horizonte, encendí un cigarro
y le dije…”Dios se nos esta riendo a la cara”
Atardecía.
-Observándote-
He pasado tantos años observándote
Cuando pasabas,
Cuando dormías,
Cuando llorabas,
Cuando te ibas
Cuando venias,
Cuando me ignorabas,
Cuando te enfadabas,
Cuando me odiabas
Cuando me querías…
Conozco tan bien tu cara
Que podría esculpirla con los ojos cerrados.