martes, 10 de noviembre de 2009

sine nomine I


No corren buenos tiempos. Pronto, antes de lo que yo esperaba, voy a tener que tomar una dificilísima decisión. Una decisión que no solo incumbe a servidor, sino, a toda su familia. Es una de esas cosas que sabes que tarde o temprano vas a tener que hacer pero que siempre ves con distancia. La distancia es una de las armas contra el sufrimiento, pero su efectividad va acorde con su simpleza. Pan para hoy, hambre para mañana.

Crecemos. Y crecer es una putada. Salimos del globo que nos rodea y nos vamos curtiendo golpe a golpe. Pero nunca se acostumbra uno a tomar decisiones. A ser mayor. A ser adulto. Si me cuesta decidir cuando el afectado soy yo... cómo no me va a costar decidir si en mi decisión tabién pueden salir afectados mis cercanos.

Otra vez a cargar con el peso que no me corresponde, en principio. Lo llevo haciendo desde que tengo uso de razón pero cad día el marrón es más grande. El sufrimiento también. Y no es el el dolor físico lo que más duele, no. Es el dolor interior,el que no deja descansar, el que no se calma con lágrimas.

(Mientras escribo esto hay dos subnormales partiendose el culo y saltado sobre sus correspondientes sillas mientras ven piñazos de espanto en youtube. Y son universitarios. Son escoria. Son ese tipo de gente que quita prestigio al hecho de tener una carrera. Mejor pudieran estar en el animalario de la facultad de ciencias que en una biblioteca. Joder. Ya me he cabreado.)

Pues dicho todo eso... me quedo con un soneto de Jose Luís Martín Descalzo:

Nunca podrás, dolor, acorralarme.
Podrás alzar mis ojos hacia el llanto,
secar mi lengua, amordazar mi canto,
sajar mi corazón y desguazarme.

Podrás entre tus rejas encerrarme,
destruir los castillos que levanto,
ungir todas mis horas con tu espanto.
Pero nunca podrás acobardarme.

Puedo amar en el potro de tortura.
Puedo reír cosido por tus lanzas.
Puedo ver en la oscura noche oscura.

Llego, dolor, a donde tú no alcanzas.
Yo decido mi sangre y su espesura.
Yo soy el dueño de mis esperanzas.

Es uno de los poemas que siempre me auydan en momentos... grises.

5 comentarios:

  1. animo y adelante con tu decisión! te sigo!

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  2. A veces lo que no es bueno para uno, lo es para otro. Mires por donde lo mires, no hay mal que por bien no venga.

    Universitarios poco enriquecidos por educación. ¡Qué típico y poco extraño! Pero quieren llamar la atención, no dejes de mirarles de reojo.

    Un abrazo.

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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.