domingo, 18 de octubre de 2009

el último día

La primera vez que escuché esta canción fue un domingo de otoño de octubre. Autobús de línea: Fuenterrabia, Pamplona. Olaia se acababa de comprar el CD de Lagarto Amarillo, aquel que sacaron en otoño del 2006. Triste, muy triste. Pero bonito también.

Los recuerdos son esos fantasmas cotidianos que nos empeñamos en resucitar. Y resucitamos y aunque nos hacen daño nos encanta darles vida y permitirles que nos hagan daño. Y hoy como ayer y como posiblemente mañana, me acuerdo de Olaia. Sin remedio. Es otoño, que le voy a hacer.

Me ha entrado la tonteria, así, repentinamente y he puesto esta canción que narra muy como acabé yo una vez... y ella fue quien me enseño la canción... oh, vita nostra.

Ayer acabe medio borracho hablando con unos amigos con los que hacía muchísimo tiempo que nos estaba. Una ya vive con su novio, vida familiar, ya se sabe, a los 21 años se tiene poco dinero y uno se fija más en lo bonito del vivir con la persona amada que en el alquiler del piso, los números rojos a final de mes... naderías.
La otra ya se ha afincado en Bilbao. El aire de la ciudad más grande de Euskadi le ha sentado de maravilla. Está feliz, guapa e inmersa en sus estudios de periodismo.
Virginia vive ya en Pamplona. Antes era rara y ahora lo es más. Pero es inmensamente feliz en su rareza. Me alegro.

Y así me empecé a dar cuenta de como han pasado los años. Que en esas personas queda ya muy poco de aquellos chavales que comía pipas en una esquina de la plaza. No queda nada. Pero todos son felices... y yo no tengo nada. No he sido lo suficientemente libre para conseguirlo. Demasiadas ataduras, demasiados fantasmas. Yo que era el que más ganas tenía de irse de Lesaka soy, a dia de hoy, el que más unido está al pueblo.

Y todo esto viene a cuento de que ayer todos tenian algo que contar y yo no. Me decían ayer que Olaia tiene novio y que si estaban ahí... en plan de empezar a vivir juntos y tal. Lágrimas mis 22 años riegan. Otoño, sin más. Otoño tonto y cruel.

El último día que fuimos volvimos, me acuerdo bien,
sin cogernos de la mano desde el tren.
Sin buscarle los pespuntes a las bromas,
reprochándonos hasta el tapón del gel.

Y el amor no tuvo mucho más que hacer, me acuerdo bien,
de las lágrimas de fuego que lloré.

Y ahora lo veo distinto,
y ahora lo veo distinto, diferente raro extraño,
darlo todo por perdido,
separarse y no volver a verse en años.

Ni que fuera un instinto, diferente raro extraño
tonto y tantas veces cínico
que parece que es jugar a hacerse daño.

(rap)
Y al sol levanto mi copa, y la parte que me toca,
y ese alquitrán que no va, pasó, el aire que pasó.
Y es la intención que le pongas, y que sal y que siente
¡todo sin carcoma! y salga lo que salga de tu boca.
Estar para acá together en mi ropa,
tú sal y rómpele la disputa a la visión en toda.
Tú sabes cual es la parada, tú siempre rodando poca,
Yo sigo rodando, sólo tú, ¡choca!

Y el último día que fuimos amigos pero al revés,
comprobamos como no puede valer
con la antorcha de un traidor para incendiar Troya,
porque Troya decidió que no iba a arder.

Y el rumor no tuvo mucho más que hacer, me acuerdo bien,
y aprendí que hay cosas que es mejor perder.

Y ahora lo veo distinto,
y ahora lo veo distinto, diferente raro extraño,
darlo todo por perdido,
separarse y no volver a verse en años.

Ni que fuera un instinto, diferente raro extraño
tonto y tantas veces cínico
que parece que es jugar a hacerse daño.

Y si le quitas los males que van a fondo perdido
Que aún sabiendo lo que sabes,
no hay que saber quién ha sido.

Tanto hurgarte en los bares,
me estoy quedando dormido...

Y ahora lo veo distinto,
y ahora lo veo distinto, diferente,
darlo todo por perdido,
separarse y no volver a verse en años.

Ni que fuera un instinto, diferente raro extraño
tonto y tantas veces cínico
que parece que es jugar a hacerse daño.

Ahora lo veo,
y ahora lo veo distinto, diferente,
que di todo por perdido.
Te marchaste y ya no he vuelto a verte en años.

Ni que fuera un instinto, diferente raro extraño
tonto y tantas veces cínico
que parece que es jugar a hacerse daño.

Ahora lo veo, y ahora lo veo ¡distinto!

sábado, 17 de octubre de 2009

Tú me abandonarás


Otro soneto de Gala. Creo que es el segundo que cuelgo. También procede de Sonetos de la Zubia.

Me acuerdo que este poema lo leí por vez primera en Tarragona, cerquita de la catedral, una tarde de septiembre de suave sol y agradable brisa marina. Me acuerdo que lo leí pensando en ella. Como siempre.

Había comprado aquella misma tarde en una espléndida librería que hay en la rambla de mayor de Tarragona un librito. 5 euros me costo. 99 poemas de amor se titulaba, y se titula todavía. Una portada horriblemente rosa y el nombre del libro escrito en amarillo sobre un corazón traspasado por una flecha. No comment. Todos fuimos adolescentes.

Pues fue en aquella tarde. Entonces descubrí al Gala poeta. Hace ya 8 años de aquello.

Suelo releer muchas veces este soneto, me encanta la facilidad y la aparente sinceridad que desprende Gala. Me enamora.

Sonetos de la Zubia es un poemario de obligada lectura. Conmueve, estremece.

Fijaos lo andaluz que es el poema. Me maravilla sin remedio. El color, los términos, la soltura de la pluma, la ingenuidad… precioso. Clicad en los enlaces.


Tú me abandonarás


Tú me abandonarás en primavera,
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presienta la cosecha venidera.

Creerá el olivo de la carretera
ya en su rama los frutos verdeados.
Verterá por maizales y sembrados
el milagro su alegre revolera.

Tú me abandonarás. Y tan labriega
clareará la tarde en el ejido,
que pensaré: Es el día lo que llega.

Tú me abandonarás sin hacer ruido,
mientras mi corazón salpica y juega
sin darse cuenta de que ya te has ido.



viernes, 2 de octubre de 2009

poemillas





Os pongo un par de poemillas de cosecha propia escritos hace algun tiempo. Muy otoñales, la verdad.
Puede que resulte un poco pesado con el tema del otoño, pero es que me afecta profundamente y no lo puedo evitar, se siente.










III

Este rojizo triste octubre en verso
Estas lágrimas que caen como hojas
Mis atardeceres con nubes rojas
Mi fría pasión al calor de un beso

Este sentirse libre y estar preso,
Este esperar a que pasen las horas
Este querer estar donde tu moras
Mi estación sin medianoche ni expreso

Esta pluma tosca y titubeante
Esta vida rota en un instante
Mi chalet en calle melancolía

Estas rondas con la santa compaña
Esta angustia y dolor que quema y daña
Es lo que tu olvido me dejo un día

-Cobardía…-

Cuantas veces te habré escrito

un sms

diciendo solamente “te quiero”.

Y pensarlo y repensarlo y decidirme

a mandártelo

mas…lo he vuelto a pensar de nuevo,

no vaya a precipitarme.

Y nuevamente he ido, decidido,

más valiente que nadie

y cuando he abierto la agenda

vuelvo a asustarme.

Y lo pienso y lo repienso.

Elijo entre los contactos tu nombre

y ya apunto de declararme,

me pregunta el móvil:

“¿desea suicidarse?”

Parpadeo:

“¿desea enviar el mensaje?”

Y derrotado

cierro el móvil

borrando el sms…

No vaya a ser que por una hazaña sin sentido

te pierda más de lo que ya te he perdido.