Cada mañana acostumbro a leer mis mails, el de la uni y el "normal". Acto seguido entro en cierta página de la red a ver que noticias me cuenta un blog de temática religiosa. Cuando acabo con este consulto otro, en la misma página, con la misma temática pero con distinto punto de vista.
Total, hoy me he dado cuenta que estoy hasta los huevos. De unos y de otros. De las talibanidades del talibán y las liberalidades del superprogre.
Yo nací en una familia, más o menos, cristiana. Mi padre se fue pa fraile con 11, o mejor dicho, lo mandaron pa fraile con 11. Llegó al noviciado agustino y con 20 se salió de aquello cuando le falta un año para el subdiaconado. No ha vuelto a pisar la Iglesia, salvo el día de su boda y algún compromiso ineludible. Ni traga a curas, ni a frailes, ni obispos ni a papas.
Mi madre es una mujer atormentada por la fe. Sí, sí. Es lo que hace el haber vivido unos años con el Opus Dei. Salió muy mal, le desearon el mal y la verdad es que no le ha ido demasiado bien.
Yo siempre, desde que tengo uso de razón, me recuerdo en misa de 9 con mi abuela. Una de esas señoras que no se pregunta cosas de índole metafísica, ni el origen del hombre, ni sobre el misterio de la Trinidad. Es una mujer sencilla. Ella es creyente y punto.
Horas en la Iglesia, pues. Mi santa abuela también era, hasta hace poco lo ha sido, sacristana de la parroquia de mi pueblo y yo de niño pasaba las horas muertas con ella pasando la mopa y cantando el himno a San Ignacio.
Mi párroco de entonces... ya lo dije ayer, lo más parecido a un santo que he conocido. Rojo, lo llamaban las señoronas beaturras, carlistonas y nostálgicas de la influencia que un día tuvieron en la iglesia.
Llegó el siguiente párroco: Un pedazo de pan. Alfonso. Le daba igual carca o progre, derechas o izquierdas. Era el párroco de todos. Y yo seguí asistiendo a misa.
Luego Ander. Uno de esos que se fue a Toledo escapando de la "herejía" que reinaba en su diócesis natal, Donosti y acabó ordenándose en Pamplona. Un muy buen chaval. Del bando duro de la Iglesia, dicen, pero con un gran tacto, mucha diplomacia y grandes espaldas para cargar con todo.
Y por último Pedro. Un pobre hombre con una cabezonería desconocida por la humnadidad que solo lanza soflamas incendiarias por el micro en las homilías. Homilías que rozan lo político. Un pobre talibán. También de estos guipuzkotoledanos. Habla demasiado sin decir nada y lo poco que dice es para escandalizar.Sigo acudiendo a misa.
He visto curas de todos los ramalazos existentes y lo que me resulta milagroso es que la Iglesia universal no se haya ido todavía a tomar por el culo. El desastre de la Iglesia me hace creer, cada día más, que Dios existe. Si no... no me lo explico. Unos rozaban el protestantismo otros rozan el Lefevrismo y otro esta bajo fuego cruzado. De todos he obtenido algo bueno. Tengoa maistad con muchos y entre mis mejores amigos hay alguno que además es "hermano mayor" y el consejero que nunca falla.
Esta encarnizada lucha entre progres y carcas me repatea muchísimo. Opino que tanto unos como otros tienen razón en muchísimas cosas. Pero que se callen de puta vez. Que nos dejen vivir a los católicos de a pié. Ya vale. Ya vale de un día el purgatorio exista y al día siguiente no. Ya vale de que el domingo a las nueve de la mañana el infierno esté saturado de almas que arden y a las 11.30 el infierno haya desaparecido. Ya vale de hacer el GILIPOLLAS.
Todo esto para decir que... siempre nos quedará Dios. Y espero que el Papa. No más blogs de pornografía eclesial. Señor, perdónanos. No sabemos que coño estamos haciendo.
(La iglesia de mi pueblo)
Total, hoy me he dado cuenta que estoy hasta los huevos. De unos y de otros. De las talibanidades del talibán y las liberalidades del superprogre.
Yo nací en una familia, más o menos, cristiana. Mi padre se fue pa fraile con 11, o mejor dicho, lo mandaron pa fraile con 11. Llegó al noviciado agustino y con 20 se salió de aquello cuando le falta un año para el subdiaconado. No ha vuelto a pisar la Iglesia, salvo el día de su boda y algún compromiso ineludible. Ni traga a curas, ni a frailes, ni obispos ni a papas.
Mi madre es una mujer atormentada por la fe. Sí, sí. Es lo que hace el haber vivido unos años con el Opus Dei. Salió muy mal, le desearon el mal y la verdad es que no le ha ido demasiado bien.
Yo siempre, desde que tengo uso de razón, me recuerdo en misa de 9 con mi abuela. Una de esas señoras que no se pregunta cosas de índole metafísica, ni el origen del hombre, ni sobre el misterio de la Trinidad. Es una mujer sencilla. Ella es creyente y punto.
Horas en la Iglesia, pues. Mi santa abuela también era, hasta hace poco lo ha sido, sacristana de la parroquia de mi pueblo y yo de niño pasaba las horas muertas con ella pasando la mopa y cantando el himno a San Ignacio.
Mi párroco de entonces... ya lo dije ayer, lo más parecido a un santo que he conocido. Rojo, lo llamaban las señoronas beaturras, carlistonas y nostálgicas de la influencia que un día tuvieron en la iglesia.
Llegó el siguiente párroco: Un pedazo de pan. Alfonso. Le daba igual carca o progre, derechas o izquierdas. Era el párroco de todos. Y yo seguí asistiendo a misa.
Luego Ander. Uno de esos que se fue a Toledo escapando de la "herejía" que reinaba en su diócesis natal, Donosti y acabó ordenándose en Pamplona. Un muy buen chaval. Del bando duro de la Iglesia, dicen, pero con un gran tacto, mucha diplomacia y grandes espaldas para cargar con todo.
Y por último Pedro. Un pobre hombre con una cabezonería desconocida por la humnadidad que solo lanza soflamas incendiarias por el micro en las homilías. Homilías que rozan lo político. Un pobre talibán. También de estos guipuzkotoledanos. Habla demasiado sin decir nada y lo poco que dice es para escandalizar.Sigo acudiendo a misa.
He visto curas de todos los ramalazos existentes y lo que me resulta milagroso es que la Iglesia universal no se haya ido todavía a tomar por el culo. El desastre de la Iglesia me hace creer, cada día más, que Dios existe. Si no... no me lo explico. Unos rozaban el protestantismo otros rozan el Lefevrismo y otro esta bajo fuego cruzado. De todos he obtenido algo bueno. Tengoa maistad con muchos y entre mis mejores amigos hay alguno que además es "hermano mayor" y el consejero que nunca falla.
Esta encarnizada lucha entre progres y carcas me repatea muchísimo. Opino que tanto unos como otros tienen razón en muchísimas cosas. Pero que se callen de puta vez. Que nos dejen vivir a los católicos de a pié. Ya vale. Ya vale de un día el purgatorio exista y al día siguiente no. Ya vale de que el domingo a las nueve de la mañana el infierno esté saturado de almas que arden y a las 11.30 el infierno haya desaparecido. Ya vale de hacer el GILIPOLLAS.
Todo esto para decir que... siempre nos quedará Dios. Y espero que el Papa. No más blogs de pornografía eclesial. Señor, perdónanos. No sabemos que coño estamos haciendo.
(La iglesia de mi pueblo)
Vaya, menudo esputo de sinceridad el tuyo, me encanta.
ResponderEliminarTus palabras inspiran sinceridad. ¿Sabes? Creo saber escribir de todo, pero nada dando la cara que es sobre mi vida. Quizá eso ha hecho que me guste seguir tu blog.
ResponderEliminarSiempre procuro escribir sobre lo que pienso y siento. Hasta mi poesía pued que sea demasiado bioráfica. No lo se hacer de otra manera... megusta que os guste. Abrazo.
ResponderEliminarGuay. Totalmente de acuerdo.
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