jueves, 26 de noviembre de 2009

De congreso


El lunes y el martes tuvimos congreso. Estamos en el cuarto centenario de la publicación del Arte nuevo de hacer comedias de Lope, el manifiesto de fundación de nueva forma de hacer teatro. Este 2009 ha sido un año repleto de actos de conmemorativos, todos con la figura del Fénix de los Ingenios al fondo. Para este que escribe es motivo de alegría.

La cuestión es que los dos días de congreso fueron especialmente felices, emocionantes e interesantes. Además, me terminé de convencer de que todos los estudiosos de la literatura del Siglo de Oro no son tan gilipollas con Francisco Rico. No, no, no, no, no, no lo son.

Es impresionante que gente como Serés, Pedraza, Oleza, Vitse... catedráticos todos, de fama mundial por el trabajo que ha realizado se aproximen a ti y te pregunten que cómo te van los estudios, qué haces ahora, cómo te estás... te comenten que tienen cierto proyecto, que quieren montar unos seminarios sobre Siglo de Oro, que si te gustaría participar, escribir algún artículo, hacer alguna recensión... Y tu te quedas agilipollado.

Todos los sabios que en el mundo han sido no son como Rico, como el idiota de Rico. Es gente maja, sin ningún divismo. Peña legal que encima te paga el café y la napolitana en la cafetería. Olé.

Era impresionante ver el aula magna del Central. Arellano, Carlos Mata, Diez-Borque, Pedraza, Oleza, Vitse, Serés, Teresa Ferrer, Garrido, Oliva, Spang... y no era menor la calidad de los oyentes, pues, había mucho profesor de universidad. Y entre aquel plantel... yo. Sentado entre Pedraza y Serés. Como uno más. Me avergüenzo de la suerte que tengo. ¿Qué coño pintaba yo entre esos dos? No lo sé. Yo llegué primero, ellos se sentaron después. Y yo feliz.

Acabó el congreso y los becarios nos fuimos a cenar. Gallegos, valencianos, andaluces, navarros (solo2)... Y cachondeo. Pero cachondeo guay. Que si a mi me gusta Lope, que si a mí Tirso, que si este es un pakete, que si saca otra caña, que si tal ponente es más aburrido que la leche... Luego cada uno tiene sus pedradas. Un haciendo la tesis sobre tal auto de Calderón poniéndola en relación con no sé cual pasaje del antiguo testamento y otras fuentes italianas del siglo XVI... un batiburrillo. Pero interesante.

Hay momentos en los que uno es consciente de la suerte que tiene de poder estudiar una carrera y además poder participar de la vida académica. Estudiosos hablando para otros estudiosos y para gente como uno que estaba allí. Y discuten entre ellos y muchas veces se cabrean... pero todos argumentan lo suyo de maravilla.

Hay catedrático francés, jubilado ya, Marc Vitse se llama, que es todo un personaje. Hombre respetadísimo por todos. La última vez que la lió, cosa que frecuentemente y en casi todos los congresos, fue en el Malón de Echaide en agosto. Tras un acto de autoalabanza y egolatría de Francisco Rico, Vitse, con su aspecto de aldeanico de pueblo y sus gafas en la punta de la nariz, levantó la mano... "querido Paco, todavía anonadado por tu verbo órfico te tengo que decir que estoy conforme con lo que has dicho pero..." y aquí empezó a citar y citar y citar y citar y citar... hasta que el idiota de Rico se tuvo que callar. Esas cosas se ven poco pero merece la pena verlas.

Dios mediante, en abril andaré por UAB con Serés... y con Rico. Espero que no me pegue la patada verbal en el culo que me propinó el año pasado a cuenta de una pregunta sobre el Lazarillo... ya se verá.

5 comentarios:

  1. Arellano, uno de los capítulos de uno de los libros que me he comprado sobre el Siglo de Oro, está escrito por él. Qué barbaridad, pero cuántas publicaciones tiene???? Madre mía, su CV es interminable.

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  2. Pues me honro en decir que he sido alumno suyo. Ciertamente es un hombre bastante seco. No se prodiga mucho en gestos y simpatías. Pero es un sabio y es una auténtica gozada escucharle. No destaca por tener un tono ameno al hablar, eso te lo diran todos sus alumnos pero sabe un huevo.
    Y publica muchísimo, este último año algo así como 5 libros y un montón de artículos y conferencias.

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  3. Pues estudio humanidades, acabo ya. Estos últimos tres años me he estado especializando sobre todo en historia, arte y literatura del siglo de oro. Junto con la carrera terminaré el diploma de estudios artísticos y el de estudios filosóficos. Letras puras y duras. Total, como me dice mi padre, para acabar en la cola del paro leyendo a Becquer.
    Oye, que si no me invitas no puedo entrar en tu blog, asi que, anda, porfa... invitame.

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  4. Dile a tu padre que al menos estarás con orgullo en la cola del paro. ¿Y qué mejor que leyendo uno de los grandes de Becquer? Se me saltan las lágrimas sólo de pensar en Becquer.
    Te envidio; aunque no del todo. Yo quizá estudie filosofía pero estoy perdidísima y necesito saber que tal es esa carrera, espero que puedas contarme algo que pueda acalararme algún día de estos.

    Yo te invito, pero, primero tendré que saber como se hace :P

    Un gran beso =) Gracias por responderme.

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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.