lunes, 4 de enero de 2010

Poesía navideña

No lo considero un villancico, más bien diría que es una canción de cuna trágica. Otra vez Lope nos enseña como escribe.

Aquí está hablando al Niño Jesús. Parece que el que está tendido en el pesebre más que el divino niño sea su propio hijo. Lope habla a Enmanuel como si estubiera intentando dormir a su niño.

El acierto de Lope a la hora de utilizar el amor humano para hablar del amor divino e innegable.Creo que lo hacía sin querer, de hecho creo que no sabía hacerlo de otra manera.

En este poema a desde que nace el niño parece estar advertido de final que le espera y sin embargo la escena es de lo má simple y tierno. Duerme mi niño...

Recuerda mucho a la elegía a Carlos Félix y aunque aora mismo no tenga referncias temporales a mano, creo recordar que este poema es coetáneo a la muerte del hijo predilecto de Lope.

Un excelente poeta, siempre lo digo.

Las pajas del pesebre

Las pajas del pesebre,
niño de Belén,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Lloráis entre las pajas
de frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y de calor también.

Dormid, cordero santo,
mi vida, no lloréis,
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.

Dormid entre las pajas,
que aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven
serán mañana espinas
en corona cruel.

Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer.

Que aunque tan grandes deudas
en paja cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.

Dejad el tierno llanto,
divino Emanüel,
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.

No piense vuestra madre
que ya Jerusalén
previene sus dolores,
y llore con Joseph.

Que aunque pajas no sean
corona para Rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.


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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.