jueves, 28 de mayo de 2009

¿QUOSQUE TANDEM?

Un vómito de rábia que salió de mi pluma al día siguiente del atentado con coche bomba perpetrado por ETA en la Universidad de Navarra.



¿Quosque tandem? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo nos vais a hacer cargar con toda la sangre y el miedo que habéis cosechado en cuatro décadas? ¿Hasta cuándo tenemos que temer por nuestra vida y llorar la perdida de otra? ¿Hasta cuando tendremos que oír explosiones de bombas, tiros y lamentos en las noticias? ¡Hasta cuándo vais a seguir manchando el nombre de los vascos con la sangre de gente inocente! ¿Hasta cuándo nos vais a seguir engañando diciendo que todo esto es por nosotros, por la libertad de nuestra patria, por la identidad vasca, por la cultura y la lengua de nuestros antepasados...? ¡Hasta cuándo! Desde los dos años estudié en Euskara, hablé en Euskara, escribí en Euskara, jugué en Euskara, amé en Euskara. Amo mi tierra, quiero a mi tierra y lucho por su cultura, por la persistencia de su lengua. A mi nadie me niega mi identidad vasca. NADIE.
El jueves pasado estaba en clase cuando por sorpresa explotó una bomba en el edificio en el que yo estudio y paso la mayor parte de las horas de la semana. A partir de ahí... todo fue una locura. Y la verdad es que aunque desde el principio fui consciente de que lo que acababa de detonar había sido una bomba, en mi interior no paraba de buscar otras explicaciones, pues se me hacia tristísimo pensar que cierto grupo de energúmenos hubiera atacado una institución tan sagrada como es una Universidad. Pero no. La realidad que quería ignorar me estalló en la cara nada más salir del edificio Central de la UN. El ala izquierda del edificio ardía y humeaba sin remedio. Cerca de nosotros trozos de chatarra del coche que acababa de explotar, troncos de árboles que junto con la chapa del coche habían sobrepasado el ala del edificio y se nos presentaban en frente. Gente con la cara sangrando, gente con ataques de histeria, rostros desencajados, semblantes pálidos, pánico generalizado, Policía Nacional, Forales, Municipales, Ambulancias, lágrimas, maldiciones, caras pálidas e incrédulas ante lo que estaban viviendo. Dolor y vergüenza. Como vasco que soy. Dolor y vergüenza. Y una inmensa pena que invadía todo mi ser.Mi compañera de clase mejicana rompió a llorar desconsoladamente. Cómo decirle que los autores de esa barbaridad no actúan en mí nombre, cómo pedirle perdón, cómo hablarle, cómo... El responsable de uno de los grupos de chavales que visitaban la Universidad en ese momento corría de un lado a otro del campus buscando desesperado al grupo que estaba bajo su cuidado. Mis palabras ni se asoman a poder describir lo que se vivía allí en esos momentos. Nací en Navarra, vasco de raza, lengua y cultura, estudiante de la Universidad de Navarra y ni yo, ni mis compañeros hemos hecho nada para que nos hayan petado una bomba debajo del culo. Nada. Solamente hacíamos lo que, con mucho esfuerzo nuestro y de nuestros padres, hemos conseguido hacer. Estudiar.
¿O es qué acaso tenéis miedo de que lleguemos a pensar por nosotros mismos? ¿Acaso tenéis miedo de que desde nuestra posición hagamos ver a los jóvenes de hoy que vuestro planteamiento es falso, vacío, criminal y genocida? ¿Tenéis miedo de que os dejemos sin cantera? ¿De que os desmontemos los cuatro argumentos falaces que tenéis para defender vuestra utópica, maligna y asesina causa?Nadie tiene derecho a intimidarnos, nadie. No hemos hecho nada. Nadie tiene derecho a poner nuestra vida en juego, absolutamente nadie. Eso ya es atentar contra la dignidad inviolable de la persona. No somos parte de un objetivo. SOMOS PERSONAS. La universidad NO SE TOCA. Ni esta ni ninguna. La universidad es el lugar donde se deposita la cultura, el saber y la ciencia, donde se le inculca a la gente el amor por los más altos valores. Y por lo que se ve, eso os duele. Pues que os siga doliendo. Habéis atacado a un estamento, el estudiantil, que ha contribuido a derribar dictaduras y a cambiar el mundo. A partir de hoy, más si cabe, vais a tener en frente al los hombres y mujeres del futuro. Gente con la cabeza muy bien amueblada y que sabe distinguir el bien del mal, la mentira de la verdad. Gente que sabe hablar, pensar y actuar en consecuencia. Habéis atentado contra los que mañana serán abogados, jueces, médicos, historiadores, filósofos, pedagogos… no os dais cuenta ¿verdad?El estamento estudiantil fue un agente importantísimo en muchos cambios y revoluciones, valga nombrar la oposición a la dictadura franquista o incluso Mayo del 68. Anunciando nuevos aires y aportando una esperanza de cambio. Con vosotros vamos a hacer lo mismo. Asediaros intelectualmente y luchar sin cuartel por medio de la palabra hasta dejaros más solos de lo que estáis.
Debiera ser un compromiso personal de todos los que vivimos el atentado, ser mensajeros de la paz allí por donde vayamos, pero a la vez condenadores y enemigos de la violencia y desde nuestras posibilidades, agentes activos en la lucha contra esta. ¿Qué pretendíais con ese atentado? ¿A quién ibais a matar? ¿Qué mérito tiene vuestra acción? Habéis puesto en juego las vidas muchos estudiantes, de muchos profesores. Y eso no es una hazaña. Es una vergüenza. Vuestra acción lo único que ha hecho ha sido provocar la indignación de la gente y convencer, aún más, y reafirmar a la gente de bien en su convicción de que la violencia no lleva a ningún lado, de que sois unos asesinos y de que la única vía es el diálogo. Seguiremos luchando por la auténtica libertad, por la verdad, por la paz en esta tierra que tanto estáis haciendo sufrir. Vosotros mismos estáis contribuyendo a vuestra desaparición.
No me olvido de aquellos que no han querido condenar el atentado. Vuestra postura es incompresible. Con una ambigüedad que da asco intentáis salir del paso. Ni decís admitir el atentado pero tampoco lo condenáis. Vuestras cuatro mentiras y argumentos de siempre acaban siendo, sin que vosotros os deis cuenta, en una justificación. Decís que aquí hay conflicto político. Bien, pues que por política se arregle, las armas sobran. Luego decís que si esto es una respuesta a la violencia del estado y a la represión que sufre el país vasco. Ya os vais contradiciendo. No niego que haya violencia de estado, es algo constatable pero la violencia de estado parará cuando paréis vosotros. Es de cajón. Habláis de este conflicto como si esto fuera una guerra y no lo es. Estáis solos. Es una guerra de un solo bando. Vosotros contra el sentido común. Vosotros contra un estado soberano llamado España. Vosotros contra la gran mayoría del pueblo que decís defender. El pueblo Vasco. Cuando se tortura a alguien pedís condenas. Condenamos. Cuando han puesto nuestra vida en juego os hemos pedido condenas y habéis callado. Silencio. Y ese silencio lo dice todo.
Por todos los valores que nos han enseñado en esta institución, porque tenemos bastante más categoría que vosotros, porque somos personas de bien nos vamos a vengar de vosotros con la venganza más noble que puede haber. El perdón. Decía el Beato Juan XXIII “condena para el pecado, misericordia para el pecador”. Por muy asesinos que seáis, por mucho sufrimiento que me hayas hecho pasar, por mucho daño que estéis haciendo a vuestra propia gente… Yo os perdono. Y la inmensa mayoría de los que forman esta nuestra Universidad de Navarra… también.

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Gracias por añadir cordura a las quijotadas.