domingo, 4 de julio de 2010

Cambios

La vida cambia en una tarde. La vida es vida porque se mueve aunque nosotros nos hagamos a un lado, aunque pensando eso creamos que todo para. La vida cambia in ictu oculi.
Ya así es que yo hace tres meses me pensaba marchar del siglo y el siglo por lo visto no me ha querido dejar marchar.
Y todo es extremadamente raro. Puede que sea culpa de ese infame mes de junio que asedia con exámenes y hace que la noche tarde en llegar, que hace las cicatrices escuezan, que la memoria haga memoria sin haberlo querido, que la costumbre no tenga costumbre de acostumbrarse a lo que ya desde hace años es costumbre.
Y aflora la primavera en las miradas y en el erial del corazón que no palpita inesperadamente brotan jardines y empiezan a oler las mimosas.

Años de soledad... y sin quererlo... acompañado. Sí. Pero temo ya eldía en el que vuelva el desierto a comerse la flora. Los amaores con fecha de caducidad son suicidas y los suicidas somos así. Nos gusta.

No pretendo que me entiendas. Solamente... tu eres nostaga de la vida buena.

2 comentarios:

Gracias por añadir cordura a las quijotadas.